En este día tan significativo, cuando la Tierra -nuestra casa común- clama por atención y cuidado, la memoria del recién fallecido Papa Francisco resuena con una fuerza particular. Su legado, profundamente marcado por su encíclica Laudato si': sobre el cuidado de la casa común, publicada en 2015, nos invita a mantener una reflexión urgente y a una acción decidida. Precisamente, recuerdo vivamente aquel otoño frío en la acogedora ciudad de Valdivia. Como estudiante del curso de postgrado "Mundo Contemporáneo", guiado por la visión lúcida y crítica del Dr. hc Manfred Max-Neef, nos encontramos con la recién publicada encíclica papal. La clase de aquel día se tornó un espacio de análisis profundo, donde Manfred, con su sabiduría característica, nos invitó a desentrañar las implicaciones de este documento que, como supimos después, sacudiría la opinión pública mundial.
Hoy, al conmemorar el Día Internacional de la Madre Tierra y lamentar la partida de un líder que alzó su voz con valentía en su defensa, es oportuno recordar y difundir las contribuciones y los cambios impulsados por el Papa Francisco, especialmente a través de Laudato si', en la promoción de una transformación socioecológica justa y sostenible. Por lo anterior, ofreceré una pequeña reflexión sobre lo que a mi parecer es una de las mayores contribuciones del pontificado de Francisco: impulsar una agenda de investigación-acción global en clave de una propuesta de transición un nuevo mundo en el que quepan muchos mundos posibles y que, a la vez, este mundo que conocemos, definitivamente, no sea posible. Algo así como un horizonte al que como civilización podremos lograr siguiendo a lo que categoriza como una Ecología Integral. Para ello me basaré en extractos del texto coordinado por Beling y Vanhulst (2019), en el que reunió a varias voces de intelectuales latinoamericanos comprometidos a lo que vendría siendo una suerte de autoridades con perspectivas críticas al desarrollo sustentable.
El contexto en el que emerge la publicación de Laudato si', nos remite a recordar que tantos teólogos y obispos latinoamericanos señalaron que la urgencia de cualquier objetivo del Desarrollo radica en garantizar el futuro de la vida y de la Madre Tierra ante amenazas crecientes. En sintonía, la encíclica misma se dirige a "cada persona que habita este planeta", reconociendo un momento crítico en la historia de la Tierra que exige a la humanidad elegir entre cuidar la Tierra y cuidarnos unos a otros o arriesgarnos a la autodestrucción. Francisco no dudó en señalar que las "predicciones catastróficas ya no pueden ser miradas con desprecio e ironía" (LS §, CLXVI).
Según Behling y Vanhulst, (2019:26-29), Laudato si' se fundó como una herramienta espiritual, moral, práctica e institucional para responder a la crisis socioambiental global. Si bien el diagnóstico de la crisis y la necesidad de un cambio fundamental no eran enteramente novedosos, la encíclica introdujo un tono fuertemente crítico hacia la trayectoria de desarrollo perjudicial prevalente en el mundo, realizando un llamado urgente a un "cambio de paradigma". Este llamado resonó en diversos ámbitos, siendo calificada como el "documento más sorprendente y, quizá, ambicioso de un papa en los últimos cien años" por The Guardia, y generando editoriales sin precedentes en revistas científicas como Nature y Science, destacando su papel en el diálogo entre religión, ciencia y política. Incluso figuras ateas como Edgar Morin la consideraron un documento "providencial" en una época de "desierto del pensamiento".
De lo anterior, es que se despliega uno de los pilares fundamentales de Laudato si'; el concepto de "ecología integral" (Leff 2019; 61). Este concepto reconoce una íntima conexión entre la degradación ambiental y la injusticia social. Como señala el Papa, "todo está conectado con todo" (LS §, XVI). La encíclica relaciona de manera sistémica problemáticas como el cambio climático, la contaminación, la pérdida de biodiversidad, la escasez de agua y su impacto desproporcionado en los más pobres (Escobar et al., 2019). Francisco hace suyo el "grito de la Tierra" y el "grito de los pobres", denunciando cómo los migrantes que huyen de la miseria empeorada por la degradación ambiental no son reconocidos como refugiados, cargando el peso de sus vidas abandonadas sin protección (Lang, 2019).
La encíclica realiza una crítica profunda al paradigma tecnocrático, cuestionando un modelo de desarrollo basado en el uso intensivo de combustibles fósiles y la idea de un crecimiento económico ilimitado en un planeta finito (Escobar et al., 2019 y Brand, 2019; 153). Francisco advierte sobre el peligro de un poder tecnocientífico desvinculado de la ética y la responsabilidad. En contraposición a la fe ciega en la tecnología como única solución, Laudato si' promueve una "nueva síntesis" donde la auténtica humanidad reside en medio de la civilización tecnológica, casi imperceptiblemente (LS §, CXII).
La influencia del pensamiento latinoamericano es palpable en Laudato si'. Pues, para Behling y Vanhulst, (2019), la encíclica se encuentra muy anclada en ideales de la Teología de la Liberación, una corriente que siempre ha puesto en el centro la opción por los pobres y la denuncia de las injusticias estructurales. Mientras que para Leff, (2019), los conceptos de "casa común" y "Madre Tierra" siendo centrales en la encíclica, mantienen una fuerte resonancia en el pensamiento ambiental latinoamericano. Además, agrega que Leonardo Boff, exponente de la ecoTeología de la Liberación, considera Laudato si' como la "Carta Magna de una ecología integral". De esto resulta entonces, que la encíclica se instaló como un dispositivo vinculante que acerca los planteamientos a los del "Buen Vivir" de los pueblos andinos, que proponen replantear fundamentalmente las relaciones entre sociedad y naturaleza, desde la visión fragmentaria de los dualismos objeto-sujeto, mente-cuerpo, materia-información, tradición-modernidad, entre otras (Escobar et al., 2019).
Así, el Papa Francisco, con Laudato si', se consolidó como un líder moral y político de gran impacto global. Su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015 fue aguardado con expectativa, dado el revuelo que había causado la encíclica meses antes. Líderes mundiales como Barack Obama reconocieron el llamado del Papa a unirse para cuidar la casa común (Sachs, 2019). Laudato si' no solo se quedó en el plano discursivo, sino que también impulsó acciones concretas dentro de la Iglesia Católica. El Programa de Ecología Integral del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y Cáritas América Latina es un ejemplo de la institucionalización del mensaje de la encíclica. La creación de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) para defender la vida en la Amazonía y de los pueblos indígenas es otro paso significativo. El Sínodo Amazónico, convocado por Francisco para octubre de 2019, representó un esfuerzo macroinstitucional para poner en práctica la visión de una ecología integral en un territorio crucial para el planeta (Beling y Vanhulst, 2019). Mientras que, en países latinoamericanos como Guatemala, su narrativa de carácter religioso globalizante, a la vez logró permear en las agendas de políticas científicas de universidades y dirigir programas de investigación en clave explícita de algún variopinto de la Ecología Integral, como pueden ser proyectos de investigación sobre diálogos de saberes agroecológicos, diagnósticos sobre consecuencias de exceder los limites ecológicos de la economía guatemalteca.
A pesar de su impacto trascendental, Laudato si' también enfrentó desafíos y resistencias. Sectores conservadores dentro y fuera de la Iglesia manifestaron su desacuerdo con las críticas al sistema económico y al modelo de desarrollo. El avance de nuevas religiosidades menos comprometidas con lo social y ambiental, así como la prevalencia de una cúpula eclesial conservadora en algunas regiones de América Latina, representaron obstáculos para la plena recepción del mensaje. Existe el riesgo de una "Laudato si' desevangelizada" o "cosmética", que reduzca su potencial transformador a una mera sensibilización ambiental (Behling y Vanhulst, 2019 y Escobar et al., 2019).
Sin embargo, Laudato si' abrió nuevos espacios para el diálogo y la colaboración. La encíclica invita a un "diálogo cosmopolita" que involucre a la ciencia, las religiones, la filosofía, las organizaciones sociales y los pueblos originarios. Francisco reconoció la importancia de los movimientos ecológicos y populares que luchan por resolver las consecuencias dramáticas de la degradación ambiental y alientan a los campesinos a organizarse para defender sus derechos. La encíclica se conecta con "discursos de transición" o "transformación" que abogan por un cambio fundamental de los arreglos sociales, políticos y económicos insostenibles (Behling y Vanhulst, 2019).
En retrospectiva, la encíclica Laudato si' del Papa Francisco representa un hito no solo en la historia de la Iglesia, sino también en el debate global sobre la transformación socioecológica. Su llamado a escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres resuena hoy con mayor urgencia. Su énfasis en la ecología integral, su crítica al paradigma dominante y su invitación al diálogo y a la acción colectiva ofrecen un camino hacia un futuro más justo y sostenible (Brand, 2019).
En este Día Internacional de la Madre Tierra, al recordar la partida de un hombre que con humildad y convicción alzó su voz por el planeta y por los más vulnerables, el análisis crítico de Laudato si' que iniciamos en aquella clase otoñal de 2015 con Manfred en su curso de Mundo Contemporáneo en la Universidad Austral de Chile cobra una nueva dimensión. El legado del Papa Francisco nos interpela a continuar profundizando en su mensaje y, sobre todo, a traducir sus palabras en acciones concretas para el cuidado de nuestra casa común, recordando siempre que "nada de este mundo nos resulta indiferente". Caminemos, como nos invitó Francisco, "cantando. Que nuestras luchas y nuestras preocupaciones por este planeta no nos quiten el gozo de la esperanza".
Referencias
Beling, A. E., & Vanhulst, J. (Eds.). (2019). Desarrollo non sancto: La religión como actor emergente en el debate global sobre el futuro del planeta. Siglo XXI Editores México.
Beling, A. y Vanhulst, J. (2019). Introducción. Desarrollo non Sancto. La religión como actor emergente en el debate global sobre el futuro del planeta, 19-48.
Brand, U. (2019). El papel de la religión y las iglesias en la transformación socioecológica. Debatres sobre decrecimeitno y postextractivismo. Desarrollo non Sancto. La religión como actor emergente en el debate global sobre el futuro del planeta, 153-182.
Escobar, A.; Esteva, G.; Gudynas, E.; Castro-Herrera, G.; Roa-Avendaño, T. y Scannone, J.C. (2019). La “Ecología Integral” como nueva narrativa religiosa en el debate global sobre desarrollo y sustentabilidad socioecológica. Desarrollo non Sancto. La religión como actor emergente en el debate global sobre el futuro del planeta, 123-152.
Francisco, P. (2016). Carta encíclica Laudato Si´, del Santo padre Francisco sobre el cuidado de la casa común. Ius Inkarri, 5(5), 223-288.
Lang, M. (2019). Justicia social y crisis civilizatoria. Pistas para repensar la erradicación de la pobreza a partir de la sostenibilidad y la interculturalidad. Desarrollo non Sancto. La religión como actor emergente en el debate global sobre el futuro del planeta, 265-279.
Leff, E. (2019). La Encíclica Laudato Si’ y la apuesta por la vida ante la crisis ambiental: convovatoria papal a un dialogo cosmopolita. Desarrollo non Sancto. La religión como actor emergente en el debate global sobre el futuro del planeta, 49-77.
Sachs, W. (2019). Prólogo. Desarrollo non Sancto. La religión como actor emergente en el debate global sobre el futuro del planeta, 13-18.